¡VIVIR LA VIDA DE DIOS!
"...DAR A CONOCER A DIOS, necesidad urgente y esencial..."
"...DAR A CONOCER A DIOS, necesidad urgente y esencial..."
Por el Cardenal Antonio Caggiano.
Dios y el dolor.
Nuestro Señor Jesucristo, el único inocente y puro, al sufrir Él por nuestros pecados, nos enseña cómo el sufrimiento es necesario.Dios mismo ha compartido nuestros sufrimientos.
Nuestro Señor sufrió en su naturaleza humana los mayores suplicios y la muerte más afrentosa, por amor a nosotros.
El nos ha redimido por el dolor.¿Si Él ha sufrido por nosotros, no hemos de sufrir por nosotros mismos? ¿Podemos pretender no sufrir? ¡Es como si pretendiésemos ser más que Dios!
Jesús mismo nos ha demostrado que el dolor nos purifica y nos acerca a Dios.Él no nos ha creado para sufrir,sino para ser felices. Pero todos sabemos por experiencia cómo el pecar nos acarrea sufrimientos y cómo los sufrimientos y amarguras nos hacen ver nuestras faltas, llevándonos al arrepentimiento
Si no existiese el sufrimiento, entonces sí que realmente seríamos desgraciados; pecaríamos sin medida y nos alejaríamos de Dios.
Pagando a Dios.
Sepamos entonces ofrecerle a Dios las penas y sufrimientos que tengamos, aprovechémosles como buena moneda para pagar a Dios tantas deudas como tenemos con Él.
También debemos pagarle con amor hacia Él, con amor al prójomo y con buenas obras: estas tres monedas son las más gratas al
Sagrado Corazón de Jesús.
NUESTRO COMENTARIO: Rogamos que después de la lectura del envío anterior y de éste, muchos encuentren comprensión y consuelo a su situación.
En Nuestro Señor , María Reina y la patria, un abrazo.
Héctor Fernando Petricic.
Movimiento Acción Restauradora.
Movimientoar@yahoo.com.ar
Dios y el dolor.
Nuestro Señor Jesucristo, el único inocente y puro, al sufrir Él por nuestros pecados, nos enseña cómo el sufrimiento es necesario.Dios mismo ha compartido nuestros sufrimientos.
Nuestro Señor sufrió en su naturaleza humana los mayores suplicios y la muerte más afrentosa, por amor a nosotros.
El nos ha redimido por el dolor.¿Si Él ha sufrido por nosotros, no hemos de sufrir por nosotros mismos? ¿Podemos pretender no sufrir? ¡Es como si pretendiésemos ser más que Dios!
Jesús mismo nos ha demostrado que el dolor nos purifica y nos acerca a Dios.Él no nos ha creado para sufrir,sino para ser felices. Pero todos sabemos por experiencia cómo el pecar nos acarrea sufrimientos y cómo los sufrimientos y amarguras nos hacen ver nuestras faltas, llevándonos al arrepentimiento
Si no existiese el sufrimiento, entonces sí que realmente seríamos desgraciados; pecaríamos sin medida y nos alejaríamos de Dios.
Pagando a Dios.
Sepamos entonces ofrecerle a Dios las penas y sufrimientos que tengamos, aprovechémosles como buena moneda para pagar a Dios tantas deudas como tenemos con Él.
También debemos pagarle con amor hacia Él, con amor al prójomo y con buenas obras: estas tres monedas son las más gratas al
Sagrado Corazón de Jesús.
NUESTRO COMENTARIO: Rogamos que después de la lectura del envío anterior y de éste, muchos encuentren comprensión y consuelo a su situación.
En Nuestro Señor , María Reina y la patria, un abrazo.
Héctor Fernando Petricic.
Movimiento Acción Restauradora.
Movimientoar@yahoo.com.ar
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