El verdadero negocio en este mundo está en amar y agradar a nuestro Padre Celestial. El que se salva, ése "sabe", el que no se salva, pobre desgraciado, todo lo ha perdido.
Por el Cardenal Antonio Caggiano
Raza de Dios, Linaje de Dios. Y he aquí lo inimaginable: las verdades que Dios mismo nos ha revelado, echan por tierra nuestra "sana" lógica.
Dios no nos ha creado para que permanezcamos en el simple plano humano; tenemos un alma hecha a imagen y semejanza de Dios.
Dios nos ha creado para colocarnos en el plano divino.
No somos solamente raza humana, somos raza divina.
Dios nos quiere dar "su" vida divina, no sólo vida humana.
Además de nuestra naturaleza humana nos ofrece una sobrenaturaleza divina. Esa participación en la vida divina se llama vida sobrenatural o vida de la Gracia o simplemente Gracia.
Si tenemos la Gracia, tenemos el gran tesoro.
Si perdemos la Gracia somos "desgraciados" (he aquí el verdadero significado de esta palabra). ¿De qué te vale ganar el todo el mundo si pierdes tu alma? ¡Salva tu alma!
El verdadero negocio en este mundo está en amar y agradar a nuestro Padre Celestial. El que se salva, ése "sabe": el que no se salva, pobre desgraciado, todo lo ha perdido.
Continuamos transcribiendo en el próximo envío.
En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
Héctor Fernando Petricic
Movimiento Acción Restauradora
movimientoar@yahoo.com.ar
http://movimiento-accion-restauradora.blogspot.com/
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