¡VIVIR LA VIDA DE DIOS! - "...DAR A CONOCER A DIOS, necesidad urgente y esencial..."
Por el Card. Antonio Caggiano
Nuestra Madre
Y tengamos también muy presente que Dios nos ha dado una Madre Celestial: nos ha dado como madre a su propia Madre, Nuestra Señora la Santísima Virgen.
Ella, como verdadera Madre Nuestra, es nuestra Abogada ante Dios, es nuestra Intercesora o Medianera que ruega a Dios por nosotros. Es nuestra Corredentora, está íntimamente unida a nuestra Redención.
Por voluntad de Dios, Ella ha sido coronada en los Cielos como Reina y Señora de todo lo creado. Y como Reina y Señora debiera ser reconocida por todos los pueblos.
¡Que distinto sería este mundo si Ella fuese reconocida como Señora de todas las Naciones!...Por sus manos recibimos todas las bendiciones de Dios, todas las gracias espirituales, todos los beneficios materiales. Invoquemos a la Santísima Virgen con confianza de hijos, y hará siempre lo indecible por nuestra salvación, por nuestra felicidad eterna.
Recurramos a Nuestra Señora en todas nuestras necesidades. Demostrémosle con nuestro amor que nos sentimos sus hijos y Ella nos demostrará que es nuestra Madre.
Roguemos a la Santísima Virgen para que nos enseñe a amar y agradar a Jesús; si lo deseamos con sinceridad de corazón, Ella vendrá en nuestra ayuda y lo conseguiremos.
Dios solamente nos pide buena voluntad; si la tenemos, Nuestra Señora guiará nuestros pasos y nos llevará a Dios.
Y de esta manera habremos alcanzado el fin para el cual hemos sido creados: Amar a Dios eternamente su vida divina en el Cielo.
En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
Héctor Fernando Petricic
Movimiento Acción Restauradora
movimientoar@yahoo.com.ar
Por el Card. Antonio Caggiano
Nuestra Madre
Y tengamos también muy presente que Dios nos ha dado una Madre Celestial: nos ha dado como madre a su propia Madre, Nuestra Señora la Santísima Virgen.
Ella, como verdadera Madre Nuestra, es nuestra Abogada ante Dios, es nuestra Intercesora o Medianera que ruega a Dios por nosotros. Es nuestra Corredentora, está íntimamente unida a nuestra Redención.
Por voluntad de Dios, Ella ha sido coronada en los Cielos como Reina y Señora de todo lo creado. Y como Reina y Señora debiera ser reconocida por todos los pueblos.
¡Que distinto sería este mundo si Ella fuese reconocida como Señora de todas las Naciones!...Por sus manos recibimos todas las bendiciones de Dios, todas las gracias espirituales, todos los beneficios materiales. Invoquemos a la Santísima Virgen con confianza de hijos, y hará siempre lo indecible por nuestra salvación, por nuestra felicidad eterna.
Recurramos a Nuestra Señora en todas nuestras necesidades. Demostrémosle con nuestro amor que nos sentimos sus hijos y Ella nos demostrará que es nuestra Madre.
Roguemos a la Santísima Virgen para que nos enseñe a amar y agradar a Jesús; si lo deseamos con sinceridad de corazón, Ella vendrá en nuestra ayuda y lo conseguiremos.
Dios solamente nos pide buena voluntad; si la tenemos, Nuestra Señora guiará nuestros pasos y nos llevará a Dios.
Y de esta manera habremos alcanzado el fin para el cual hemos sido creados: Amar a Dios eternamente su vida divina en el Cielo.
En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
Héctor Fernando Petricic
Movimiento Acción Restauradora
movimientoar@yahoo.com.ar
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