domingo, 22 de marzo de 2009

EL REGALO PARA CARLA






Este cuento, lo escribí para Carlita ( a quién cariñosamente-cuando era niña-llamaba: “mi mascota”), en oportunidad de cumplir sus trece años.

Estaba yo, en otra ciudad algo distante, 350 Km, hace casi cinco años atrás y por la actividad que desempeñaba allí, no podía asistir a su cumpleaños.

En aquellos años usaba mi máquina de escribir, ya que de computadoras no entendía nada.

Está escrito con la acentuación y forma de hablar Rioplatense, usado familiarmente en la mayor parte de nuestra Argentina.



EL REGALO DE “EL TÍO, PARA SU SOBRINA CARLA.


Se aproxima el cumpleaños de Carla, mi mejor y más linda sobrina y amiga; mi mascota preferida e inigualable por ninguna otra persona humana.

Le prometí: desayunar, almorzar, merendar y cenar con ella, pero lamentablemente no podré cumplir con eso,…estoy lejos,… muy lejos y me es imposible viajar hasta su casa.

Carlita, es muy bella, tiene dos estrellas celestes por ojos, su cabello es dorado como el oro, su carita es bonita, es pura alegría y pura es su alma y puros sus sentimientos. Es de elegante figura y delicados modales, pero al mismo tiempo, es sobria y mesurada. Es mi orgullo y me siento feliz cuando estoy con ella.

Como no podré estar en su compañía el día de su cumpleaños, decidí buscar un obsequio que sea digno de su persona y enviárselo con mis felicitaciones y saludos.

Pero, luego de mucho caminar por esta recóndita Ciudad tan alejada de su hogar, no encontré algo distinguido. Como se aproxima el cuatro de Julio, fecha en que cumplirá sus trece años. Me puse muy inquieto, preocupado y algo molesto con mi mismo, pues estoy por quedar mal con ella.

--¿Qué hago?-pensé, y luego lo dije en voz alta,…como tratando de provocar una respuesta en mi soledad, que nunca recibí.

Continué mi búsqueda y en una plaza encontré una mata de rosas rojas, de rojo punzó,…al acercarme, las flores me preguntaron:--¿qué querés en este lugar?-.
Les conté de mis tribulaciones por no poder estar con Carlita el día de su cumpleaños y les dije:--quiero un ramo de trece de ustedes para enviarle a mi sobrinita; las rosas son hermosas como ella y se pondrá contenta con un obsequio tan distinguido y a su altura-.
Las rosas se volvieron hacia ellas mismas, como si ...


Autor: Héctor Fernando Petricic

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